Hacer ejercicio o actividad física es una de las cosas que más nos hacen sentir bien. Después del entrenamiento nuestro cuerpo libera endorfinas, las cuales estimulan los centros de placer en el cerebro. También nos sentimos satisfechos; hemos podido quemar unas cuantas calorías y estamos en la ruta a mejorar nuestra figura física. Muchos, piensan que tomarse una cerveza despues de entrenar no es saludable, pero se equivocan. La ciencia ha demostrado lo contrario.
No es que estemos diciendo que cada vez que salgas de hacer ejercicio tengas que irte de chelas. Pero si lo haces, no es malo como puede parecer. A continuación te presentamos algunas consideraciones de tomarse una cerveza después de entrenar para que sepas si es bueno o malo.
¿Una cerveza después de entrenar?
Tomarse una cerveza después de entrenar no engorda tanto como la gente piensa. Sí, tiene calorías, una chela, tiene aproximadamente 200 calorías, pero también tiene carbohidratos y otros nutrientes que ayudan al cuerpo a recuperar energía. Si lo ponemos en cifras, 200 calorías no te harán subir excesivamente de peso.
Además de no tener grandes efectos calóricos, tomarse una cerveza después de entrenar puede reportar beneficios. Una investigación realizada por la Facultad de Medicina de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, encontró que echarse una chela luego de hacer ejercicio, puede favorecer una rápida y efectiva rehidratación y evitar los dolores musculares.
Esto se debe a que la cerveza está hecha de agua, cebada y lúpulo, ingredientes que contienen antioxidantes y ayudan a recuperar las pérdidas hídricas en medidas similares al agua. De hecho, la cerveza tiene pocas calorías y proteínas en relación con su alto número de micronutrientes.
Sin embargo, no hay que olvidar que la cerveza contiene alcohol, el cual sí tiene contraindicaciones. Este da ganas de ir al baño frecuentemente lo que no ayuda a rehidratarse. También puede afectar negativamente su recuperación tras el ejercicio y puede aumentar la probabilidad de lesiones. Y como si fuera poco, el alcohol puede provocar daños en el hígado, concretamente el almacenamiento y liberación de glucosa.
Entonces, ¿Es bueno o malo?
Es cierto que el consumo de alcohol puede afectar la salud a largo plazo pero, ¿es bueno tomar una cerveza después de entrenar? Según las conclusiones de varios estudios, una o dos cervezas después de hacer ejercicio no te harán daño. De hecho se ha encontrado que el consumo moderado de alcohol tiene efectos beneficiosos para la salud. La clave es la moderación.
Si eres de los que se tomaba una cerveza después de entrenar, ya sabes que puedes seguir haciéndolo sin que te sientas mal. Si no lo hacías, no hace falta que lo comiences a hacer, si no quieres.
Ahora, otra opción que puedes contemplar es tomar una cerveza sin alcohol después de entrenar y listo. Restarás los efectos negativos del alcohol luego de una sesión de entrenamiento.
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