Los beneficios del cambio de divisas digital

Para cualquier emprendedor es un sueño exportar sus bienes y servicios al exterior y hacer crecer su pequeña empresa con la menor cantidad de obstáculos posible. La única desventaja que conlleva esta actividad es la enorme cuantía de recursos que se requieren para que estas exportaciones sean viables: hablamos de pago de operaciones, transporte, salarios, impuestos, inversión y métodos de gestión.

Sin embargo, las pequeñas y medianas compañías tienen una ventaja por sobre aquellas que invierten enormes cantidades de recursos en sus exportaciones. En el caso de las PyMES con el propósito de exportar sus remeras, muñecos hechos a mano, o cualquier clase de bienes, no necesitan en absoluto hacer grandes infusiones de dinero para hacerse con un negocio fructífero, seguro y efectivo.

Las pequeñas y medianas empresas tienen la posibilidad de entrar al mercado de a poco, arriesgando lo necesario para conseguir un crecimiento lento pero constante. Muchas de estas se apoyan en sus líderes y su creatividad, proactividad y visión a largo plazo a fin de impulsar un negocio que pueda extender su influencia no solo en la región o el país, sino mucho más allá de sus fronteras.

Muchas PyMES logran este cometido a través de la calidad, fidelidad y fiabilidad de sus productos, los cuales se hacen con un buen nombre y llegan a ser exportados a uno o más países extranjeros. Esto acerca a estas empresas la posibilidad de crecer de forma exponencial, expandir su negocio y, en última instancia, hacer compra de divisas empresas, un objetivo que puede transformar enteramente a la compañía.

 

Consejos básicos para futuros exportadores y factoring

Como hemos dicho antes, convertir una empresa en una potencia exportadora no tiene un camino fácil ni atajos. Hay muchos factores y consideraciones a tener en cuenta antes de ofrecer bienes y servicios a otras naciones, sobre todo si no se tiene una experiencia media en el mercado nacional. Por esta razón, es imperativo cumplir con ciertas reglas y expectativas.

• En primera instancia se debe pensar en la temperatura financiera tanto de una nación, en este caso México, como de la compañía que desea hacer exportaciones. Trasladar bienes y servicios de un país a otro no es para nada económico, por lo que ahorrar en gastos y encontrar diferentes maneras de financiar el transporte será una tarea esencial para cualquier empresa exportadora.

Para esto, muchas empresas se apoyan en el factoring para no perder capitales importantes y para mantener el funcionamiento de la compañía. Al referirnos al factoraje comprendemos una serie de beneficios por los cuales una empresa puede evitar el riesgo de falta créditos mediante un factoring sin recurso y dejar el riesgo de cambio en manos de una empresa factor cuando la factura se encuentra en monedas del extranjero. 

El factoraje se ocupa también de acompañar y asesorar monetaria y comercialmente a los deudores, algo que muchas compañías necesitan a fin de mantenerse a pie dentro del mercado. Sin embargo, estas empresas de factoring necesitan escoger y autorizar los créditos que pretende recibir, así como cobrar el porcentaje requerido de la empresa que se dedica a las exportaciones.

La compañía de factoraje, también llamada factor, tiene entonces dos obligaciones contractuales: en primer lugar hacer llegar los capitales a la compañía que los requiere y, en segundo lugar, hacer honor a la privacidad del contrato hecho con la empresa exportadora, así como la confidencialidad de sus datos. Se trata de un convenio bilateral, consensual y oneroso.

Miles de empresas mexicanas han descubierto en el factoraje una forma rápida, ágil y segura de crecimiento económico, encontrando la posibilidad de expandir su mercado a pocas o pequeñas porciones del mundo, pero siempre en cantidades suficientes para aumentar drásticamente su patrimonio.

• Es necesario tener gente capacitada que se encargue de calcular las posibilidades que tiene la empresa en un mercado determinado. Expertos en Data Analytics, investigación de probables clientes y demás son más que útiles en este campo. Los cálculos que ofrecen datos sobre los intereses, gustos y preferencias sobre un producto pueden ser el combustible requerido para que una compañía vuele alto.  

Para que los datos analizados den sus frutos, una pequeña o mediana empresa debe crear bienes o servicios viables, conocer la competencia que tendrán en cuanto a la semejanza de productos (por ejemplo, Coca Cola y Pepsi) y la demanda que dicho producto tendrá en países extranjeros.

Por otro lado, dedicarse a un mercado y target específico requerirá formar alianzas con otras empresas para que los componentes de los productos que la exportadora fabrica no sean tan caros. Estas alianzas son extremadamente importantes para cualquier empresa, dado que ofrecen precios más bajos en materias primarias o secundarias para la fabricación de los productos de las exportadoras

• Dependiendo la nación con la que la empresa exportadora negocie para vender sus bienes, los costos de envío pueden ser más altos o bajos. En estos casos, un buen análisis matemático permitirá a la compañía hacer las transacciones más convenientes para su haber. Cada país impondrá sus normas y dependiendo de los intereses de los exportadores aceptarán o negarán las relaciones comerciales.

 

Venta y compra de divisas digitales

A través de plataformas como Mundi, simples para comprender y usar, es posible que una empresa haga una transacción de divisas por Internet, que tenga una cotización personal y graduada, así como la compra de divisas empresas necesarias para mantener su empresa exportadora en pie.

Con tan solo llenar un formulario con los datos de la empresa y lista de clientes, comprar y vender divisas será tan simple como comprar un dulce en el mercado. Al fin y al cabo, la economía internacional parece ponerse del lado de los pequeños y medianos empresarios para que aumenten sus ganancias y provean de sus productos a aquellos que más los necesitan.

Los futuros empresarios y mercadólogos no pueden dejar pasar la oportunidad de hacerse con unidades monetarias internacionales para hacer crecer su negocio, ni para desperdiciar los tiempos oportunos en los que la sociedad consumista se encuentra.