La vida apretada que mantienen muchas familias debido al ritmo agitado de hoy, ha hecho que sea difícil disfrutar de una comida saludable y casera todos los días. Hoy por hoy, muchas dietas para niños incluyen alimentos procesados listos para comer, que aunque parecen ser buenos, la realidad es que son poco saludables. Las consecuencias de estas comidas poco saludables pueden verse reflejadas en la juventud y continuar hasta la adultez. Incluso, pueden convertirse en enfermedades de por vida. Por eso, es fundamental alimentar a los niños de una forma saludable y balanceada.
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Como lo informa la Academia Americana de Pediatría la nutrición en la infancia juega un papel vital para el proceso de desarrollo, crecimiento y aprendizaje. Los beneficios de la comida saludable en los niños incluyen:
- Potenciar su cerebro,
- Estabilizar su energía,
- Equilibrar sus estados de ánimo,
- Que se mantengan en un peso saludable, y
- Puede ayudar a prevenir depresión, la ansiedad y problemas atencionales, entre otros.
Además; como si fuera poco, una adecuada nutrición infantil disminuye la aparición de muchas enfermedades. Entre estas se encuentran la obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Ahora, entre todo lo que se dice sobre alimentación infantil, hay muchos mitos y creencias falsas. A continuación te vamos a contar cómo debe ser una comida saludable para niños.
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¿Cómo debe ser una comida saludable para niños?
Una comida saludable para los niños debe contener los mismos alimentos de una dieta balanceada en los adultos. Obviamente, las cantidades serán diferentes pero para que te hagas una idea, para darle a los chavitos una alimentación nutritiva, ten en cuenta que:
- La mitad del plato debe estar lleno de frutas y verduras
- Prefiera las fuentes saludables de proteínas como carnes blancas, nueces, legumbres y huevos
- Elige cereales, panes y granos integrales antes que los blancos porque son ricos en fibra
- No frites los alimentos. Hornea, asa o cocínalos al vapor. Es una opción más saludable
- Limita la comida rápida y chatarra, así como los dulces y azucares refinados
- Dale agua y leche en lugar de jugos de frutas con azúcar y refrescos
Aunque estás son unas pautas muy generales, lo correcto es que consultes un profesional y averigües sobre las necesidades nutricionales de tus hijos. También sigue tu instinto y dialoga con él. Se trata que él tenga voz y voto en su alimentación, deja que escoja las verduras y frutas que más le apetezcan. Sé creativo/a a la hora de presentar los alimentos a los chavos y jamás utilices de premio un dulce o postre para que se coman las verduras. No estarás haciendo nada.